CAPÍTULO 1 RECUERDOS Y PESADILLAS
Hola queridos lectores, perdón por la tardanza pero la escuela no me da tregua. Aquí les dejo el primer capítulo del libro.
Muchas gracias a todos los que leyeron sin dejar un comentario y a todos los que si lo hicieron. Espero que este capítulo sea de su agrado.
—Entonces ¿Qué estamos haciendo aquí perdiendo el tiempo? Tenemos un espectáculo al que asistir—con la rapidez característica de mi cuerpo, tomé la mano de Conaire y juntos caminamos hacia la sala donde se llevaba a cabo las reuniones.
Este sin duda sería una perfecta y dulce broma.
Caminé lentamente por la habitación en penumbras, mis pasos eran lentos y uniformes dando una clara indicación de la tranquilidad con la que vivía. Era curioso como la manera de caminar y la postura de la que gozara una persona dijera tanto de la misma.
Con los mismos movimientos parsimoniosos, abrí las cortinas que cubrían la ventana, dejando entrar la luz que la luna emitía. La obscuridad que cubría el lugar fue disipada ligeramente haciendo que los objetos que adornaban la habitación fueran más fáciles de distinguir.
— ¿Las pesadillas no te permiten dormir? —preguntó mi señor con curiosidad.
—Más que pesadillas son recuerdos—mi señor rió quedamente ante mis palabras. —No lo entiendo—susurré sabiendo que su risa era a causa de algo que yo no comprendía.
—Los recuerdos y las pesadillas son dos entes diferentes que siempre están tomadas de las manos. Provocando que las confundamos y las cataloguemos como la misma cosa.
—Aquellos sueños que se aferran a mi mente, son simplemente recuerdos de mi pasado ¿Cómo podrían no ser lo mismo? —pregunté aún confundido.
—Moros, las pesadillas son sólo la representación máxima de nuestros miedos más profundos y aterradores. Los recuerdos no necesariamente son malos.
—Para mí lo son—respondí escuetamente.
—Lo que sucede es que vives aun en el pasado. Hasta el punto que tus recuerdos son todavía tu presente. —Ante las palabras de mi señor me quedé callado reflexionando. —Algún día comprenderás, la experiencia es la mejor maestra que existe.
Repentinamente una luz amarilla inundó completamente la sala, provocando que mis ojos se cerraran por el dolor.
—Parece que ya es tiempo—susurró mi maestro.
—Tiempo para qué—pregunté a mi maestro tratando de adaptarme a la luz cegadora.
—Tiempo para la segunda parte del camino—el ruido de la madera siendo golpeada, prorrumpió en la habitación, seguido después con la aparición de dos citrinos amarillos que fulguraban intensamente.
—La segunda llave ha aparecido—murmuré impactado.
—Del amor no correspondido pasará a la obligación y los recuerdos—susurró mi maestro.
— ¿Mi destino está con ellos? —pregunté.
—Solo el tiempo lo dirá—estas fueron las últimas palabras de mi maestro, antes de dejarme en compañía de la luna y la luz de aquellos citrinos.
El tiempo avanzaba cada vez más, y con ello el destino se iba haciendo camino.
Continuará....
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NOTAS FINALES: Chicas y chicos, como sabrán la semana pasada nuestra querida Sora no fue capaz de terminar el capítulo del nieto de cupido por razones personales. Sin embargo, hará todo lo posible por publicar mañana o pasado, así que no desesperen.
Otro punto fue la aparición de la biblioteca, esto en mi opinión les dará más facilidad a los nuevos lectores de encontrar los capítulos anteriores de los libros, sin necesidad de estar buscando por todas las entradas de la web. Pero la opinión importante es la de ustedes, así que ¿Qué les parece la biblioteca?
Besos y que tengan un lindo fin de semana.
Muchas gracias a todos los que leyeron sin dejar un comentario y a todos los que si lo hicieron. Espero que este capítulo sea de su agrado.
CAPÍTULO
1 RECUERDOS Y PESADILLAS
Gritos
de dolor y desesperación podían ser escuchados a lo largo y ancho de la aldea.
El olor del fuego y piel quemada revolvía mi estómago hasta el punto del
vómito. El hedor cobrizo de la sangre acompañaba a la gama de olores que
flotaban en el ambiente. La muerte se daba un banquete con las almas de mi
pueblo.
Perdido
y lastimado me levanté del suelo donde mi cuerpo se encontraba recostado, y
comencé a vagar entre los escombros y los cuerpos en busca de mi familia.
Sollozos interminables y terribles gritos agónicos me fueron acompañando en el
transcurso de mi caminata. Los rápidos golpeteos de mi corazón eran seguidos
por las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas. El miedo era el principal
protagonista en mi pecho.
Seguí
caminando sin rumbo fijo, buscando sólo buscando al ser más importante en mi
vida. Era curioso como el shock en el que me encontraba no me permitía entrar
en pánico y, por consiguiente, salir huyendo de tal masacre. La sangre se
esparcía de manera casi uniforme por el suelo, dándole al lugar un aire de
locura inimaginable. Junto a esta, miembros de cuerpos, tanto humanos como
animales, se encontraban esparcidos. Una vista horrible que podría llevar a
cualquier ser a la locura.
La
fragancia de la sangre era cada vez más intensa, provocando que mis sentidos se
saturaran y dejara de percibir más que ese nauseabundo olor. Las miradas de
eterno dolor, angustia, ira, pánico y desesperanza podían ser leídas en los
rostros de los cuerpos sin vida que se esparcían en los lugares visibles de la
aldea.
Y
pese a todo, seguí caminando. Paso a paso el camino iba avanzando mientras mis
ojos absorbían este tenebroso panorama. Sin embargo, mi mente no se quedaba a
pensar sobre esto por mucho tiempo. Tenía que encontrarlo a como diera lugar.
Pronto,
muy pronto, me alejé de mi pueblo en llamas, en busca de mi familia. Fuera de
la aldea la masacre no mejoraba nada. Solo los gritos de dolor y sufrimiento
habían casi cedido por completo, otorgándole al paisaje un don de terror tal
que mis instintos me gritaban a todo pulmón el escapar de ahí. Mientras cubría
el terreno sin dejar de buscar, el
pronunciar de mi nombre en apenas un susurro atrajo mi atención. Buscando con
la mirada encontré lo que temía tanto encontrar.
Un
pequeño niño de apenas ocho años se encontraba recostado contra el suelo, la
sangre emanaba de su pequeño pecho y provocaba una apariencia frágil en el
niño. Las lágrimas que ya corría por mis mejillas ahora se hicieron más
profusas y devastadoras. Con prisa me acerqué al pequeño cuerpo apenas con
vida. Su aliento era tan lento, como si la vida que quedara en su cuerpo se
estuviera extinguiendo lentamente con cada respiración.
—
¿Qu-qué te ocurrió? —mascullé entrecortadamente por el llanto tomando con
cuidado su pequeño cuerpo gravemente lastimado entre mis brazos.
—N-no
im-porta e-eso ahora—susurró el pequeño con una tierna sonrisa ¿Cómo podía
sonreír en un estado como el que se encontraba?
—
¡Claro que importa! —grité con devastación. —Tenemos que ayudarte, no puedes
morir aquí—sollocé mientras buscaba con la mirada a alguien que pudiera
ayudarlo.
—N-o
creo du-durar mucho, pero… ¿sabes? No me importa morir. Porque… cuando muera…
estaré… estaré con mamá y papá en la ciudad de las almas.
—
¡No digas tal cosa! —grité sosteniendo aún más fuerte al pequeño—No puedes
dejarme, no puedes irte todavía—rogué, él era todo lo que me quedaba en esta
vida ¿Cómo podría seguir viviendo sin él a mi lado?
—E-s
mi des-tino, no p-uedo hac-hacer nada para remediarlo—susurró el niño tomando
con dificultad mi rostro. —Por favor, prométeme que serás feliz, que tu sonrisa
siempre estará en tu rostro y que nunca se apartará—Esas palabras podían
parecer aquellas típicas en este tipo de escena devastadora. Sin embargo, esa
petición encerraba más de lo que era capaz de describir. Esas palabras contaban
una historia, una historia que nunca me detuve a escuchar. Y ahora… ahora
simplemente era demasiado tarde.
—Por
favor, no digas algo como eso, yo….—sollocé incapaz de terminar, escondí con
dolor mi cara en su pequeño pecho. No quería escucharlo, no quería aceptarlo.
—Promételo—el
pequeño niño me miró con esos enormes ojos azules.
Por
breves instantes levanté mi mirada y la fijé en la de mi hermano, no quería
ceder. Hacerlo solo significaría dolor y soledad, más algo en los ojos de mi
hermano me hizo recular —Lo prometo—sollocé—Lo prometo, pero por favor resiste
solo un poco más. Tú mismo podrás ver cómo es que siempre mi rostro tendrá una
sonrisa innecesaria.
—Gracias
por todo, me divertí mucho a tu lado. Te quiero mucho hermano, te quiero
mucho…..—y sin más, mi hermano cerró sus ojos y con una sonrisa pacífica dejó
este mundo.
—Hermano—susurré
sacudiendo un poco el cuerpo del pequeño—Hermanito despierta—el pánico comenzó
a dominar mi cuerpo— ¡Grey! Por favor
¡Grey! —zarandé el cuerpo de mi hermano, como si eso hiciera posible el traerlo
a la vida. — ¡No! ¡No puede ser posible!
Mi
hermano, mi pequeño hermanito estaba muerto. Murió sin poder decir por última
vez mi nombre. Ya nunca más iba a escuchar su voz, su risa o gruñidos de
disgustos. Su sonrisa, lágrimas, gestos de asco y de asombro. Nada de eso me
sería posible volver a verlos. Y todo esto se debía a que el simplemente estaba
muerto. En ese momento la implicación de la palabra me dejó temblando por el
dolor, y sin poder evitarlo mi voz se alzó en un grito agónico causado por la
pérdida de un ser querido.
—
¡¡GREEEEEEYYYYY!! —grité consternado una y otra vez. Había perdido al ser más
importante de mi vida.
Solo
yo, con la luna de testigo, enterré el cuerpo de mi hermano en una pequeña
ladera llena de vida lejos del lugar donde la tragedia sucedió. Y con lágrimas
como despedida me alejé de lugar. No quería hacerlo, pero tenía que vivir,
tenía que hacerlo por él. Viviría por Grey
La suave luz me hizo
abrir los ojos, temblando me incorporé en la cama y observé con atención mi
alrededor. Solo había sido un sueño, una pesadilla del pasado. Un recuerdo de
lo perdido.
Secándome las lágrimas
que había derramado por el sueño, salí de la cama y me dispuse a hacer los
deberes del día. No podía dejarme vencer, después de todo tenía una promesa que
cumplir. Sería feliz sin importar qué.
Y ante la luz del sol
que traspasaba las cortinas juré nuevamente ser feliz por mi hermano.
********************
Fenrir
—Buenos días joven
señor Fenrir ¿Necesita algo? —preguntó una de las sirvientas que me vio vagar
por el castillo.
—No necesito nada,
gracias—respondí sonriendo ligeramente. —Solo estoy aburrido, últimamente el
castillo ha estado muy tranquilo.
—Muy bien joven señor.
Si necesita cualquier cosa no dude en pedirlo. Después de todo, usted es el
hermano menor del Rey Amarok—y sonriendo sinceramente la pequeña mujer caminó
lejos de mi vista.
Hacía ya casi nueve
meses desde que el Rey Asbel había muerto, y casi seis desde que mi pequeño
sobrino Aurum había nacido. El nacimiento del pequeño niño trajo consigo una
gran felicidad para mi hermano y Nox. Conllevando por supuesto a reforzar la
seguridad del castillo y del pueblo para mantener seguro la vida de Aurum.
Aurum sin duda era una
preciosidad de niño, con sus grandes ojos negros, su abundante cabello blanco,
aquella sonrisa tan parecida a la de Nox y los pequeños y tiernos pucheros que
hacía cuando no obtenía lo que quería. El niño simplemente era hermoso, era
imposible no resistirse ante su encanto.
Y a pesar de que
debería ser feliz por ellos dos, los celos no dejaban de aquejarme. No podía
evitar pensar en Nox.
Desde la primera vez
que vi a Nox, su mirada, sonrisa y voz me cautivaron por completo. Creo que esa
fue la verdadera razón por la que no lo delaté. Inconscientemente quería
conocer un poco más de aquel joven curioso que quería conocer a su prometido.
Cuando lo vi por primera
vez pude observar como el hilo del destino se unía al de mi hermano. Sabía que
esos dos eran pareja y que sin importar lo que hiciera o sintiera nunca iba a
poder influenciar en el corazón de Nox. Comprendía eso, siempre lo tenía
presente en mi mente, pero no pude evitar que mi corazón cayera profundamente
enamorado de Nox.
Con el tiempo me di
cuenta que su apariencia no era lo único que me gustaba de él. Sus extrañas
manías, sus gestos de enfado o enojo, su tierno y amable corazón, la diversión
en sus ojos, la tristeza en los mismos. Nox por sí mismo raptó mi corazón. Sin
embargo, a mí no me correspondía caminar a su lado. Mi destino no estaba
entrelazado con el de él.
Siempre me decía a mí
mismo que podía dejar ir a Nox, que él se merecía ser feliz junto a su pareja
destinada. Más, cuando el día de su boda llegó, la tristeza invadió mi alma.
Pronto Nox se embarcaría en la aventura de su propia vida, y era un hecho que
no lo haría de la mano de nadie más que la de Amarok. Nox ya no sería mío de
ninguna forma.
Durante este transcurso
de tiempo pude observar como poco a poco Nox derritió las paredes heladas que
mi hermano había construido alrededor de su corazón. Fui capaz de ver las
sonrisas cada vez más constantes de Amarok y la mirada que éste le dirigía a
Nox. Y por sobre todo, tuve el privilegio de contemplar como el amor surgió
entre estas dos personas tan queridas para mí.
Mi cabeza y corazón no
tienen ninguna duda del amor que les tengo a mi hermano y Nox. Verlos juntos y
felices es muy satisfactorio. Pero, no puedo evitar desear algo similar para
mí. Quiero a alguien capaz de sonreír y hacerme sonreír por el simple hecho de
vivir, que esté presente ante las buenas y malas situaciones, alguien capaz de
volverme loco con su sola presencia. Quiero pasión, ternura y por sobre todo, amor.
Quiero alguien parecido
a Nox.
—Fenrir—una voz
cantarina se escuchó a espalda mía. —Oye encontré las flores que me pediste.
— ¿En serio? —pregunté
sorprendido olvidando momentáneamente mi depresión.
—Así es ¿No esperabas
que lo encontrara? —preguntó Conaire con una sonrisa. —Me decepcionas ¿Cuántas
veces te he quedado mal? —preguntó con ojos traviesos.
— ¿Lo quieres por
escrito o que te los nombre ahora mismo? —pregunté provocando un puchero en
Conaire.
—Eres imposible—gruñó
Conaire. — ¿Vas a hacer la broma o no?
—La haremos, pero
debemos asegurarnos que Amarok no esté cerca de Nox o Aurum.
—Cierto, no quiero que
Elathan me rete más de lo que hará cuando nos descubra.
—No des por hecho que
nos decubrirán—dije a un Conaire excitado por la próxima travesura.
—Por favor Fenrir, no
seas ingenuo. Claro que nos descubrirán ¿Quién más sabe sobre la alergia que le
tiene Amarok a los alhelís?
— ¿Nox? —pregunté
inocentemente. Conaire frunció el ceño y puso una cara de “en serio crees que Nox
sería capaz de hacer semejante travesura” —Algún sirviente—ofrecí, este solo me
miró con incredulidad y dijo:
—No te hagas ilusiones.
Lo más probable es que nos descubran, pero el punto aquí no es que nos
descubrirán, sino el sufrimiento que logremos obtener—los ojos de Conaire se
veían maliciosos y traviesos.
—En ese caso, llévame
hacia las flores.
—Bien, sígueme chico
grande.
Con una expresión de
felicidad, Conaire se dio la media
vuelta y comenzó a avanzar a través del pasillo. Moví la cabeza de un lado a
otro divertido por la actitud del hombre, antes de comenzar a caminar en pos de
Conaire.
—Fue difícil encontrar
la flor dentro de los jardines. Desde que Nox ordenó remover todos los alhelís
del castillo a causa de Amarok y Aurum, encontrar alhelís de cualquier tipo se
convirtió en una tarea titánica. Así que…—Conaire se detuvo abruptamente y me
apuntó con su dedo índice antes de declarar— Me debes una grande, lobito.
—Lo sé bien, enano—él
solo me miró evaluativamente antes de sonreír y seguir caminando por los
pasillos.
—No soy tan
pequeño—masculló antes de salir al jardín del castillo.
—Para mí lo eres—señalé
lo obvio no pudiendo detener una sonrisa en mi rostro.
—Para ti todos son
pequeños. Mides más de dos metros ¿Quién puede ser más grande que tú?
No pude evitar lanzar
una carcajada por el comentario de Conaire. En los últimos meses, para gran
consternación de Amarok y Nahiara, mi cuerpo creció alrededor de once
centímetros más. Lo que me daba una altura neta de dos metros con once
centímetros.
La expresión de horror,
incredulidad y resignación que mis dos hermanos pusieron cuando Nox notó y
comprobó que yo había crecido un poco más fue sumamente satisfactoria. Amarok
solo negó con su cabeza en un signo inequívoco de incredulidad, en cambio
Nahiara se la pasó quejándose del destino y sus sucias jugarretas al hacerlo a
él el más pequeño de la familia, siendo que era el mayor de los tres.
—Fenrir,
llegamos—Conaire interrumpió mi línea de pensamiento para hacerme ver el lugar
donde unos cuantos alhelís amarillos crecían guarecidos entre los rosales.
—Tomemos todos—le dije
a Conaire.
—Pero…—trato de
rechistar Conaire a lo que yo dije:
—Mi hermano y Aurum son
alérgicos a esta planta. Estos alhelís no deberían estar aquí en primer lugar.
Además, la broma solo será para tener algo de diversión. Por lo que no nos
servirá en algún futuro cercano.
—Tienes razón—razonó
Conaire—Pero es una lástima cortar flores tan bellas.
Repentinamente el
habitual aire de felicidad que rodeaba a Conaire se desvaneció completamente
por algunos segundos antes de que nuevamente una sonrisa adornara su rostro. La
expresión de tristeza en el rostro de Conaire fue tal que me abrumó
completamente.
—Entonces, tomemos las
flores—Conaire sin apartar su sonrisa del rostro se acercó a las flores y con
sumo cuidado fue arrancando una por una.
—Te gustan esas
flores—no era una pregunta.
—Así es—susurró Conaire
con aire ausente—Me recuerda muchas cosas. Sin embargo, estas flores no
volverán a crecer nunca más en este castillo.
—La naturaleza no pide
permiso para crecer—dije al hombre.
—Pero se puede hacer un
trato con sus servidores. Ha raíz que
Aurum y Amarok sufrieron aquel incidente, Nox hizo un trato con un espíritu de
las flores. La obligación del espíritu es eliminar cualquier alhelí que crezca
en este castillo. De hecho, es muy extraño que estas pequeñas aun sigan vivas.
Aún recuerdo el pequeño
“incidente” que Amarok y Aurum sufrieron hace poco en el jardín. Amarok, Nox y
Aurum, este último en brazos del primero, se encontraban caminando por los
jardines del castillo. Aurum como siempre curioso, comenzó a hacer
ademán de tomar las flores que exhibía el paisaje y Amarok no viendo nada malo
en ello se adentró en los arbustos para que el pequeño pudiera apreciar mejor
la naturaleza.
Al principio todo era
risas y alegría, hasta que el pequeño se topó con unos alhelís que crecían en
un pequeño montículo de tierra. Fue en ese momento que Amarok y Nox supieron
que su pequeño hijo había heredado la alergia de mi hermano.
Unas horribles ronchas
mancharon la piel de Amarok y Aurum, las cuales, provocaban una terrible
comezón a los dos. Y por si no fuera
poco, la fiebre hizo acto de presencia y ambos estuvieron en cama por cinco
días con un Nox terriblemente preocupado como guardián de su salud.
Desde entonces la
planta había sido prohibida en el castillo y su eliminación posterior fue
inevitable.
—Bien, no importa—Conaire
se levantó del suelo donde se hallaba arrodillado y me miró expectante.
—Como ya te había
dicho, solo queremos causar que Amarok tenga prurito, pero sin llegar al
extremo de la fiebre. Por lo que debemos de hacer una infusión con la flor, y
diluirla lo mayor posible.
—Y una vez tengamos
lista la dilución, vamos a rociarlo en Amarok justo antes de que la junta con
los guardias comience ¿no es así? —completó Conaire con una sonrisa.
—Ese es el punto.
—Tu hermano nos matará
cuando se entere de quien ha sido—susurró Conaire.
—Pero tal vez eso lo
distraerá lo suficiente para que deje de pensar en su lobo.
Enterarme de eso había
sido sorprendente. Tal vez para cualquier ser cuyo origen sea diferente al de
nosotros los cambiaformas, el hecho de
perder a su lobo no traiga gran consternación. No obstante para un shifter
perder a nuestra contraparte animal es un golpe demasiado duro. Podría
compararse con la pérdida de algún miembro.
—Manos a la acción—dijo
Conaire alejándose del lugar con las flores entre sus manos.
—Espera—Conaire detuvo
su andar y me miró con curiosidad—Dame una flor.
Con una expresión de confusión
Conaire me entregó una de las pequeñas flores. Tomando entre mis manos la flor,
la acuné lo más tiernamente que pude y dije:
—Quiero conservar una
de ellas—susurré sin mirar a Conaire.
—Nox dijo que…
—Pediré una vasija de
barro, pondré tierra dentro y la cuidaré en mi cuarto. Sólo tengo que advertir
a Amarok y Nox para que Aurum no entre en mi habitación.
Conaire posó su vista
en el alhelí que tenía entre mis manos y en apenas un susurro dijo:
—Gracias—y sin decir
más se alejó del lugar en dirección al castillo.
*********************
— ¿Crees que funcione? —preguntó
Conaire viendo detenidamente la infusión de la que aun manaba vapor debido a la
temperatura.
—Claro que si—afirmé
sin dudas—Ahora, se un buen chico y
tráeme un poco más de agua. Debemos diluir la infusión.
—Entendido capitán—Conaire
fue corriendo al cuarto de baño para tomar un poco de agua. En menos tiempo de
lo que esperaba el chico llegó con el agua necesaria, gracias a ello, pude
hacer sin contratiempo la dilución del preparado.
—Ahora solo queda idear
la manera de rociárselo a Amarok—le dije a Conaire, el cual mostraba una enorme
sonrisa.
— ¿Sabes cuál es la
ventaja de ser medio sombra? —Yo solo negué con la cabeza—Puedes volver tu
cuerpo incorpóreo y aun conservar la habilidad de sostener los objetos. Además
claro con la ventaja adicional de volver incorpóreos algunos objetos. Dame la
tina, que yo me encargaré del resto.
—En serio, eres todo un
caso—le dije a Conaire provocando que este riera divertido.
—Lo soy—respondió—Te lo
aseguro, el rey no sabrá que lo mojó.
—Asegúrate que no te
vean Conaire, no quiero que el plan fracase.
—No te preocupes mi
gran lobo, no desperdiciaré nuestra oportunidad—y con una suave risita tomó la
tina con la dilución y se transformó, junto con la tina, en una sombra apenas
visible por la luz solar.
— ¡Te cuidado en el
camino! —le grité al hombre antes de que este saliera de la habitación.
Era curioso como la
mera presencia de Conaire me hacía olvidar momentáneamente el dolor que me
atenazaba desde que Nox contrajo nupcias con Amarok. Ese chico era al único
capaz de hacerme reír cuando mi estado de humor era obscuro. Conaire había
resultado ser un amigo maravilloso. Empero, el hombre en ocasiones parecía ser
alguien completamente diferente.
Quien se hubiera
imaginado que aquel pequeño y alegre hombre pudiera ser capaz de asesinar a
sangre fría.
Suspiré hondo y me
recosté sobre la cama. Tal vez eran tonterías mías, pero pareciese que Conaire
ocultara algo, pero ¿Qué podría ser lo que escondiera tan celosamente dentro de
su corazón?
Algunas cosas
simplemente eran imposibles de saberse, y al parecer este era una de ellas.
***********************
—Esos
dos debería admitir de una vez lo que sienten, sus estúpidas peleas solo traen
problemas a los demás—gruñí al aire ya que en ese momento me encontraba solo en
la habitación.
—No
es tan fácil como parece—susurró alguien a mis espaldas. El siseo en la voz del
hombre hizo que identificara rápidamente de quien se trataba.
—Es
de mala educación escuchar las conversaciones ajenas—dije con voz calma sin
dejar entrever mi enojo por el chico.
—Hablar
solo se considera de locos—contraatacó Luperco.
—Eso
a ti no te interesa—espeté al hombre.
—Quitando
de lado tu lindo recibimiento ¿Cómo crees que esos dos admitirán sus
sentimientos, si la rivalidad entre las dos casa es tan… intensa?
—Ellos
podrían…
—Ni
siquiera nosotros dos podemos soportar nuestra mutua presencia. No es raro que
ellos no admitan los sentimientos de amor que mutuamente se tienen.
Sin
responder desvié mi mirada del hombre que tenía frente mío.
—Tal
vez tengas razón—susurré de acuerdo.
—
¡Vaya! Es la primera vez que me das la razón—exclamó Luperco.
—Me
retiro—le dije provocando que el hombre perdiera su sonrisa.
—Hasta
cuando seguirás culpando a la gente de mi raza.
—Hasta
que haya una buena razón para no hacerlo.
Y
diciendo esto último me retiré del lugar, dejando a Luperco solo con sus pensamientos.
Ya que dudaba que la mente de Luperco fuera a dejar el tema zanjado tan
fácilmente.
—Fenrir—una pequeña voz
hizo que mi mente embotada por el sueño fuera saliendo de su estupor. Tratando
de ignorar la molestia que resultaba la suave voz, me di la vuelta y me dispuse
a dormir nuevamente.
—Fenrir—volvió a
susurrar nuevamente—Fenrir despierta. No me hagas enfadar, sabes cuánto me
disgusta que me ignoren—y sin hacer el mínimo caso a las palabras de Conaire lo
ignoré y volví a intentar dormir.
—Bien, tú lo quisiste,
luego no me reclames nada—y tras estas palabras un peso enorme se instaló sobre
mi cuerpo haciéndome respingar e intentar deshacerme de la pesada molestia.
Abrí mis ojos con enojo buscando al pequeño hombre que había osado despertarme,
sin embargo, mi visión se vio obstaculizada por una mata de cabellos rojizos y
unos ojos obscuros extremadamente brillantes.
—Ya me desperté—me
quejé—Bájate de mí, pesas mucho—Conaire con expresión traviesa se deslizó de
encima de mí, provocando así que el aire entrara a mis pulmones. —No puedo
creer que alguien tan pequeño como tu pueda pesar tanto.
—No peso tanto—protestó
Conaire mientras un puchero se formaba en sus labios—No estoy gordo.
—Claro que no—contesté
con sarcasmo sabiendo que eso molestaría a Conaire.
—Que quieres decir con
eso—espetó Conaire entrecerrando los ojos.
—Absolutamente nada—contesté—Por
cierto ¿Cómo salió todo? ¿Pudiste rociar la esencia de alhelí?
Conaire sonrió son
suficiencia antes de responder. —Claro que sí ¿Alguna vez te he decepcionado?
—Entonces ¿Qué estamos haciendo aquí perdiendo el tiempo? Tenemos un espectáculo al que asistir—con la rapidez característica de mi cuerpo, tomé la mano de Conaire y juntos caminamos hacia la sala donde se llevaba a cabo las reuniones.
Este sin duda sería una perfecta y dulce broma.
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MorosCaminé lentamente por la habitación en penumbras, mis pasos eran lentos y uniformes dando una clara indicación de la tranquilidad con la que vivía. Era curioso como la manera de caminar y la postura de la que gozara una persona dijera tanto de la misma.
Con los mismos movimientos parsimoniosos, abrí las cortinas que cubrían la ventana, dejando entrar la luz que la luna emitía. La obscuridad que cubría el lugar fue disipada ligeramente haciendo que los objetos que adornaban la habitación fueran más fáciles de distinguir.
— ¿Las pesadillas no te permiten dormir? —preguntó mi señor con curiosidad.
—Más que pesadillas son recuerdos—mi señor rió quedamente ante mis palabras. —No lo entiendo—susurré sabiendo que su risa era a causa de algo que yo no comprendía.
—Los recuerdos y las pesadillas son dos entes diferentes que siempre están tomadas de las manos. Provocando que las confundamos y las cataloguemos como la misma cosa.
—Aquellos sueños que se aferran a mi mente, son simplemente recuerdos de mi pasado ¿Cómo podrían no ser lo mismo? —pregunté aún confundido.
—Moros, las pesadillas son sólo la representación máxima de nuestros miedos más profundos y aterradores. Los recuerdos no necesariamente son malos.
—Para mí lo son—respondí escuetamente.
—Lo que sucede es que vives aun en el pasado. Hasta el punto que tus recuerdos son todavía tu presente. —Ante las palabras de mi señor me quedé callado reflexionando. —Algún día comprenderás, la experiencia es la mejor maestra que existe.
Repentinamente una luz amarilla inundó completamente la sala, provocando que mis ojos se cerraran por el dolor.
—Parece que ya es tiempo—susurró mi maestro.
—Tiempo para qué—pregunté a mi maestro tratando de adaptarme a la luz cegadora.
—Tiempo para la segunda parte del camino—el ruido de la madera siendo golpeada, prorrumpió en la habitación, seguido después con la aparición de dos citrinos amarillos que fulguraban intensamente.
—La segunda llave ha aparecido—murmuré impactado.
—Del amor no correspondido pasará a la obligación y los recuerdos—susurró mi maestro.
— ¿Mi destino está con ellos? —pregunté.
—Solo el tiempo lo dirá—estas fueron las últimas palabras de mi maestro, antes de dejarme en compañía de la luna y la luz de aquellos citrinos.
El tiempo avanzaba cada vez más, y con ello el destino se iba haciendo camino.
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Continuará....
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NOTAS FINALES: Chicas y chicos, como sabrán la semana pasada nuestra querida Sora no fue capaz de terminar el capítulo del nieto de cupido por razones personales. Sin embargo, hará todo lo posible por publicar mañana o pasado, así que no desesperen.
Otro punto fue la aparición de la biblioteca, esto en mi opinión les dará más facilidad a los nuevos lectores de encontrar los capítulos anteriores de los libros, sin necesidad de estar buscando por todas las entradas de la web. Pero la opinión importante es la de ustedes, así que ¿Qué les parece la biblioteca?
Besos y que tengan un lindo fin de semana.
Hola gracias por el capitulo y por la biblioteca.
ResponderBorrarHola gracias por el capitulo y por la biblioteca.
ResponderBorrarHola :)
ResponderBorrarNo leo por capis, pero gracias por el comienzo de esta nueva historia, cuando este completa me la leo de corridito y la biblioteca me parece una muy buena idea, buen fin de semana, bye
Todo es un misterio, pero me encanta estoy super emocionada. Gracias
ResponderBorrarGracias por el primer capitulo estoy deseando segur leyendo la historia, besos
ResponderBorrarmuchas gracias x el capitulo esta muy bien aunque e hechado de menos leer al niesto de cupido se que lo bueno se hace esperar besitos
ResponderBorrarGracias por el capitulo Pergra, a ver cuando estos dos se dan cuenta que son pareja, no puede Fenrir ver el lazo que lo une con Conaire? Lo que no entendí fue el prólogo pero seguramente lo entenderé más adelante, espero con ansias los próximos capitulos, besos y gracias por compartir tus historias
ResponderBorrarGracias por compartir con nosotras
ResponderBorrarme ha encantado y adoro ya el personaje de Conaire,
estoy deseando leerlos siguientes capítulos,besos
Gracias por compartir con nosotras
ResponderBorrarme ha encantado y adoro ya el personaje de Conaire,
estoy deseando leerlos siguientes capítulos,besos
Hooo me a encantado me guata mucho Conaire y FENRIR son mucho estos dos juntos esperando por mas de estos dos
ResponderBorrarHi!!!
ResponderBorrarel primer capi...XD!!!
el prologo fue muy interesante....prefiero leer novelas completas ,por mi bien... ): D jejej (hice un gran esfuerzo para no leer el primer capi.. >.< )
gracias por el primer capi.. *o* animo!!!!
pd: fue de mucha ayuda la biblioteca..
¡Muchas gracias por el nuevo capítulo! La idea de la Biblioteca me parece maravillosa. Me parece mucho más fácil y cómodo seguir las diversas series. Besos
ResponderBorrarHola me gustó mucho el capi, adoro a Conaire y junto con Fenrir que es genial son dinamita pura, espero mucho de ellos, con respecto a la biblio creo que es una idea maravillosa gracias por ella, nos va a facilitar mucho cuando queramos releer un capi o leerlo si no pudimos a tiempo, muchas gracias Pergra por este capí y espero con ansias el siguiente, besos
ResponderBorrarmuchas gracias acabo de empezar a leer esta exelente historia... me gusta mucho gracias de nuevo por su duro trabajo y genialidad... <3
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