CAPÍTULO 1 RECUERDOS Y PESADILLAS

Hola queridos lectores, perdón por la tardanza pero la escuela no me da tregua. Aquí les dejo el primer capítulo del libro.
Muchas gracias a todos los que leyeron sin dejar un comentario y a todos los que si lo hicieron. Espero que este capítulo sea de su agrado.


CAPÍTULO 1 RECUERDOS  Y PESADILLAS

Gritos de dolor y desesperación podían ser escuchados a lo largo y ancho de la aldea. El olor del fuego y piel quemada revolvía mi estómago hasta el punto del vómito. El hedor cobrizo de la sangre acompañaba a la gama de olores que flotaban en el ambiente. La muerte se daba un banquete con las almas de mi pueblo.

Perdido y lastimado me levanté del suelo donde mi cuerpo se encontraba recostado, y comencé a vagar entre los escombros y los cuerpos en busca de mi familia. Sollozos interminables y terribles gritos agónicos me fueron acompañando en el transcurso de mi caminata. Los rápidos golpeteos de mi corazón eran seguidos por las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas. El miedo era el principal protagonista en mi pecho.

Seguí caminando sin rumbo fijo, buscando sólo buscando al ser más importante en mi vida. Era curioso como el shock en el que me encontraba no me permitía entrar en pánico y, por consiguiente, salir huyendo de tal masacre. La sangre se esparcía de manera casi uniforme por el suelo, dándole al lugar un aire de locura inimaginable. Junto a esta, miembros de cuerpos, tanto humanos como animales, se encontraban esparcidos. Una vista horrible que podría llevar a cualquier ser a la locura.

La fragancia de la sangre era cada vez más intensa, provocando que mis sentidos se saturaran y dejara de percibir más que ese nauseabundo olor. Las miradas de eterno dolor, angustia, ira, pánico y desesperanza podían ser leídas en los rostros de los cuerpos sin vida que se esparcían en los lugares visibles de la aldea.

Y pese a todo, seguí caminando. Paso a paso el camino iba avanzando mientras mis ojos absorbían este tenebroso panorama. Sin embargo, mi mente no se quedaba a pensar sobre esto por mucho tiempo. Tenía que encontrarlo a como diera lugar.

Pronto, muy pronto, me alejé de mi pueblo en llamas, en busca de mi familia. Fuera de la aldea la masacre no mejoraba nada. Solo los gritos de dolor y sufrimiento habían casi cedido por completo, otorgándole al paisaje un don de terror tal que mis instintos me gritaban a todo pulmón el escapar de ahí. Mientras cubría el terreno sin dejar de buscar,  el pronunciar de mi nombre en apenas un susurro atrajo mi atención. Buscando con la mirada encontré lo que temía tanto encontrar.

Un pequeño niño de apenas ocho años se encontraba recostado contra el suelo, la sangre emanaba de su pequeño pecho y provocaba una apariencia frágil en el niño. Las lágrimas que ya corría por mis mejillas ahora se hicieron más profusas y devastadoras. Con prisa me acerqué al pequeño cuerpo apenas con vida. Su aliento era tan lento, como si la vida que quedara en su cuerpo se estuviera extinguiendo lentamente con cada respiración.

— ¿Qu-qué te ocurrió? —mascullé entrecortadamente por el llanto tomando con cuidado su pequeño cuerpo gravemente lastimado entre mis brazos.

—N-no im-porta e-eso ahora—susurró el pequeño con una tierna sonrisa ¿Cómo podía sonreír en un estado como el que se encontraba?

— ¡Claro que importa! —grité con devastación. —Tenemos que ayudarte, no puedes morir aquí—sollocé mientras buscaba con la mirada a alguien que pudiera ayudarlo.

—N-o creo du-durar mucho, pero… ¿sabes? No me importa morir. Porque… cuando muera… estaré… estaré con mamá y papá en la ciudad de las almas.

— ¡No digas tal cosa! —grité sosteniendo aún más fuerte al pequeño—No puedes dejarme, no puedes irte todavía—rogué, él era todo lo que me quedaba en esta vida ¿Cómo podría seguir viviendo sin él a mi lado?

—E-s mi des-tino, no p-uedo hac-hacer nada para remediarlo—susurró el niño tomando con dificultad mi rostro. —Por favor, prométeme que serás feliz, que tu sonrisa siempre estará en tu rostro y que nunca se apartará—Esas palabras podían parecer aquellas típicas en este tipo de escena devastadora. Sin embargo, esa petición encerraba más de lo que era capaz de describir. Esas palabras contaban una historia, una historia que nunca me detuve a escuchar. Y ahora… ahora simplemente era demasiado tarde.

—Por favor, no digas algo como eso, yo….—sollocé incapaz de terminar, escondí con dolor mi cara en su pequeño pecho. No quería escucharlo, no quería aceptarlo.

—Promételo—el pequeño niño me miró con esos enormes ojos azules.

Por breves instantes levanté mi mirada y la fijé en la de mi hermano, no quería ceder. Hacerlo solo significaría dolor y soledad, más algo en los ojos de mi hermano me hizo recular —Lo prometo—sollocé—Lo prometo, pero por favor resiste solo un poco más. Tú mismo podrás ver cómo es que siempre mi rostro tendrá una sonrisa innecesaria.

—Gracias por todo, me divertí mucho a tu lado. Te quiero mucho hermano, te quiero mucho…..—y sin más, mi hermano cerró sus ojos y con una sonrisa pacífica dejó este mundo.

—Hermano—susurré sacudiendo un poco el cuerpo del pequeño—Hermanito despierta—el pánico comenzó a dominar mi cuerpo— ¡Grey!  Por favor ¡Grey! —zarandé el cuerpo de mi hermano, como si eso hiciera posible el traerlo a la vida. — ¡No! ¡No puede ser posible!

Mi hermano, mi pequeño hermanito estaba muerto. Murió sin poder decir por última vez mi nombre. Ya nunca más iba a escuchar su voz, su risa o gruñidos de disgustos. Su sonrisa, lágrimas, gestos de asco y de asombro. Nada de eso me sería posible volver a verlos. Y todo esto se debía a que el simplemente estaba muerto. En ese momento la implicación de la palabra me dejó temblando por el dolor, y sin poder evitarlo mi voz se alzó en un grito agónico causado por la pérdida de un ser querido.

— ¡¡GREEEEEEYYYYY!! —grité consternado una y otra vez. Había perdido al ser más importante de mi vida.

Solo yo, con la luna de testigo, enterré el cuerpo de mi hermano en una pequeña ladera llena de vida lejos del lugar donde la tragedia sucedió. Y con lágrimas como despedida me alejé de lugar. No quería hacerlo, pero tenía que vivir, tenía que hacerlo por él. Viviría por Grey

La suave luz me hizo abrir los ojos, temblando me incorporé en la cama y observé con atención mi alrededor. Solo había sido un sueño, una pesadilla del pasado. Un recuerdo de lo perdido.

Secándome las lágrimas que había derramado por el sueño, salí de la cama y me dispuse a hacer los deberes del día. No podía dejarme vencer, después de todo tenía una promesa que cumplir. Sería feliz sin importar qué.

Y ante la luz del sol que traspasaba las cortinas juré nuevamente ser feliz por mi hermano.

********************

Fenrir

—Buenos días joven señor Fenrir ¿Necesita algo? —preguntó una de las sirvientas que me vio vagar por el castillo.

—No necesito nada, gracias—respondí sonriendo ligeramente. —Solo estoy aburrido, últimamente el castillo ha estado muy tranquilo.

—Muy bien joven señor. Si necesita cualquier cosa no dude en pedirlo. Después de todo, usted es el hermano menor del Rey Amarok—y sonriendo sinceramente la pequeña mujer caminó lejos de mi vista.

Hacía ya casi nueve meses desde que el Rey Asbel había muerto, y casi seis desde que mi pequeño sobrino Aurum había nacido. El nacimiento del pequeño niño trajo consigo una gran felicidad para mi hermano y Nox. Conllevando por supuesto a reforzar la seguridad del castillo y del pueblo para mantener seguro la vida de Aurum.

Aurum sin duda era una preciosidad de niño, con sus grandes ojos negros, su abundante cabello blanco, aquella sonrisa tan parecida a la de Nox y los pequeños y tiernos pucheros que hacía cuando no obtenía lo que quería. El niño simplemente era hermoso, era imposible no resistirse ante su encanto.

Y a pesar de que debería ser feliz por ellos dos, los celos no dejaban de aquejarme. No podía evitar pensar en Nox.

Desde la primera vez que vi a Nox, su mirada, sonrisa y voz me cautivaron por completo. Creo que esa fue la verdadera razón por la que no lo delaté. Inconscientemente quería conocer un poco más de aquel joven curioso que quería conocer a su prometido.

Cuando lo vi por primera vez pude observar como el hilo del destino se unía al de mi hermano. Sabía que esos dos eran pareja y que sin importar lo que hiciera o sintiera nunca iba a poder influenciar en el corazón de Nox. Comprendía eso, siempre lo tenía presente en mi mente, pero no pude evitar que mi corazón cayera profundamente enamorado de Nox.

Con el tiempo me di cuenta que su apariencia no era lo único que me gustaba de él. Sus extrañas manías, sus gestos de enfado o enojo, su tierno y amable corazón, la diversión en sus ojos, la tristeza en los mismos. Nox por sí mismo raptó mi corazón. Sin embargo, a mí no me correspondía caminar a su lado. Mi destino no estaba entrelazado con el de él.

Siempre me decía a mí mismo que podía dejar ir a Nox, que él se merecía ser feliz junto a su pareja destinada. Más, cuando el día de su boda llegó, la tristeza invadió mi alma. Pronto Nox se embarcaría en la aventura de su propia vida, y era un hecho que no lo haría de la mano de nadie más que la de Amarok. Nox ya no sería mío de ninguna forma.

Durante este transcurso de tiempo pude observar como poco a poco Nox derritió las paredes heladas que mi hermano había construido alrededor de su corazón. Fui capaz de ver las sonrisas cada vez más constantes de Amarok y la mirada que éste le dirigía a Nox. Y por sobre todo, tuve el privilegio de contemplar como el amor surgió entre estas dos personas tan queridas para mí.

Mi cabeza y corazón no tienen ninguna duda del amor que les tengo a mi hermano y Nox. Verlos juntos y felices es muy satisfactorio. Pero, no puedo evitar desear algo similar para mí. Quiero a alguien capaz de sonreír y hacerme sonreír por el simple hecho de vivir, que esté presente ante las buenas y malas situaciones, alguien capaz de volverme loco con su sola presencia. Quiero pasión, ternura y por sobre todo, amor.

Quiero alguien parecido a Nox.

—Fenrir—una voz cantarina se escuchó a espalda mía. —Oye encontré las flores que me pediste.

— ¿En serio? —pregunté sorprendido olvidando momentáneamente mi depresión.

—Así es ¿No esperabas que lo encontrara? —preguntó Conaire con una sonrisa. —Me decepcionas ¿Cuántas veces te he quedado mal? —preguntó con ojos traviesos.

— ¿Lo quieres por escrito o que te los nombre ahora mismo? —pregunté provocando un puchero en Conaire.

—Eres imposible—gruñó Conaire. — ¿Vas a hacer la broma o no?

—La haremos, pero debemos asegurarnos que Amarok no esté cerca de Nox o Aurum.

—Cierto, no quiero que Elathan me rete más de lo que hará cuando nos descubra.

—No des por hecho que nos decubrirán—dije a un Conaire excitado por la próxima travesura.

—Por favor Fenrir, no seas ingenuo. Claro que nos descubrirán ¿Quién más sabe sobre la alergia que le tiene Amarok a los alhelís?

— ¿Nox? —pregunté inocentemente. Conaire frunció el ceño y puso una cara de “en serio crees que Nox sería capaz de hacer semejante travesura” —Algún sirviente—ofrecí, este solo me miró con incredulidad y dijo:

—No te hagas ilusiones. Lo más probable es que nos descubran, pero el punto aquí no es que nos descubrirán, sino el sufrimiento que logremos obtener—los ojos de Conaire se veían maliciosos y traviesos.

—En ese caso, llévame hacia las flores.

—Bien, sígueme chico grande.

Con una expresión de felicidad, Conaire se dio la  media vuelta y comenzó a avanzar a través del pasillo. Moví la cabeza de un lado a otro divertido por la actitud del hombre, antes de comenzar a caminar en pos de Conaire.

—Fue difícil encontrar la flor dentro de los jardines. Desde que Nox ordenó remover todos los alhelís del castillo a causa de Amarok y Aurum, encontrar alhelís de cualquier tipo se convirtió en una tarea titánica. Así que…—Conaire se detuvo abruptamente y me apuntó con su dedo índice antes de declarar— Me debes una grande, lobito.

—Lo sé bien, enano—él solo me miró evaluativamente antes de sonreír y seguir caminando por los pasillos.

—No soy tan pequeño—masculló antes de salir al jardín del castillo.

—Para mí lo eres—señalé lo obvio no pudiendo detener una sonrisa en mi rostro.

—Para ti todos son pequeños. Mides más de dos metros ¿Quién puede ser más grande que tú?

No pude evitar lanzar una carcajada por el comentario de Conaire. En los últimos meses, para gran consternación de Amarok y Nahiara, mi cuerpo creció alrededor de once centímetros más. Lo que me daba una altura neta de dos metros con once centímetros.

La expresión de horror, incredulidad y resignación que mis dos hermanos pusieron cuando Nox notó y comprobó que yo había crecido un poco más fue sumamente satisfactoria. Amarok solo negó con su cabeza en un signo inequívoco de incredulidad, en cambio Nahiara se la pasó quejándose del destino y sus sucias jugarretas al hacerlo a él el más pequeño de la familia, siendo que era el mayor de los tres.

—Fenrir, llegamos—Conaire interrumpió mi línea de pensamiento para hacerme ver el lugar donde unos cuantos alhelís amarillos crecían guarecidos entre los rosales.

—Tomemos todos—le dije a Conaire.

—Pero…—trato de rechistar Conaire a lo que yo dije:

—Mi hermano y Aurum son alérgicos a esta planta. Estos alhelís no deberían estar aquí en primer lugar. Además, la broma solo será para tener algo de diversión. Por lo que no nos servirá en algún futuro cercano.

—Tienes razón—razonó Conaire—Pero es una lástima cortar flores tan bellas.

Repentinamente el habitual aire de felicidad que rodeaba a Conaire se desvaneció completamente por algunos segundos antes de que nuevamente una sonrisa adornara su rostro. La expresión de tristeza en el rostro de Conaire fue tal que me abrumó completamente.

—Entonces, tomemos las flores—Conaire sin apartar su sonrisa del rostro se acercó a las flores y con sumo cuidado fue arrancando una por una.

—Te gustan esas flores—no era una pregunta.

—Así es—susurró Conaire con aire ausente—Me recuerda muchas cosas. Sin embargo, estas flores no volverán a crecer nunca más en este castillo.

—La naturaleza no pide permiso para crecer—dije al hombre.

—Pero se puede hacer un trato con sus servidores.  Ha raíz que Aurum y Amarok sufrieron aquel incidente, Nox hizo un trato con un espíritu de las flores. La obligación del espíritu es eliminar cualquier alhelí que crezca en este castillo. De hecho, es muy extraño que estas pequeñas aun sigan vivas.

Aún recuerdo el pequeño “incidente” que Amarok y Aurum sufrieron hace poco en el jardín. Amarok, Nox y Aurum, este último en brazos del primero, se encontraban caminando por los jardines del  castillo.  Aurum como siempre curioso, comenzó a hacer ademán de tomar las flores que exhibía el paisaje y Amarok no viendo nada malo en ello se adentró en los arbustos para que el pequeño pudiera apreciar mejor la naturaleza.

Al principio todo era risas y alegría, hasta que el pequeño se topó con unos alhelís que crecían en un pequeño montículo de tierra. Fue en ese momento que Amarok y Nox supieron que su pequeño hijo había heredado la alergia de mi hermano.

Unas horribles ronchas mancharon la piel de Amarok y Aurum, las cuales, provocaban una terrible comezón  a los dos. Y por si no fuera poco, la fiebre hizo acto de presencia y ambos estuvieron en cama por cinco días con un Nox terriblemente preocupado como guardián de su salud.

Desde entonces la planta había sido prohibida en el castillo y su eliminación posterior fue inevitable.

—Bien, no importa—Conaire se levantó del suelo donde se hallaba arrodillado y me miró expectante.

—Como ya te había dicho, solo queremos causar que Amarok tenga prurito, pero sin llegar al extremo de la fiebre. Por lo que debemos de hacer una infusión con la flor, y diluirla lo mayor posible.

—Y una vez tengamos lista la dilución, vamos a rociarlo en Amarok justo antes de que la junta con los guardias comience ¿no es así? —completó Conaire con una sonrisa.

—Ese es el punto.

—Tu hermano nos matará cuando se entere de quien ha sido—susurró Conaire.

—Pero tal vez eso lo distraerá lo suficiente para que deje de pensar en su lobo.

Enterarme de eso había sido sorprendente. Tal vez para cualquier ser cuyo origen sea diferente al de nosotros los  cambiaformas, el hecho de perder a su lobo no traiga gran consternación. No obstante para un shifter perder a nuestra contraparte animal es un golpe demasiado duro. Podría compararse con la pérdida de algún miembro.

—Manos a la acción—dijo Conaire alejándose del lugar con las flores entre sus manos.

—Espera—Conaire detuvo su andar y me miró con curiosidad—Dame una flor.

Con una expresión de confusión Conaire me entregó una de las pequeñas flores. Tomando entre mis manos la flor, la acuné lo más tiernamente que pude y dije:

—Quiero conservar una de ellas—susurré sin mirar a Conaire.

—Nox dijo que…

—Pediré una vasija de barro, pondré tierra dentro y la cuidaré en mi cuarto. Sólo tengo que advertir a Amarok y Nox para que Aurum no entre en mi habitación.

Conaire posó su vista en el alhelí que tenía entre mis manos y en apenas un susurro dijo:

—Gracias—y sin decir más se alejó del lugar en dirección al castillo.

*********************

— ¿Crees que funcione? —preguntó Conaire viendo detenidamente la infusión de la que aun manaba vapor debido a la temperatura.

—Claro que si—afirmé sin dudas—Ahora, se un buen chico y  tráeme un poco más de agua. Debemos diluir la infusión.

—Entendido capitán—Conaire fue corriendo al cuarto de baño para tomar un poco de agua. En menos tiempo de lo que esperaba el chico llegó con el agua necesaria, gracias a ello, pude hacer sin contratiempo la dilución del preparado.

—Ahora solo queda idear la manera de rociárselo a Amarok—le dije a Conaire, el cual mostraba una enorme sonrisa.

— ¿Sabes cuál es la ventaja de ser medio sombra? —Yo solo negué con la cabeza—Puedes volver tu cuerpo incorpóreo y aun conservar la habilidad de sostener los objetos. Además claro con la ventaja adicional de volver incorpóreos algunos objetos. Dame la tina, que yo me encargaré del resto.

—En serio, eres todo un caso—le dije a Conaire provocando que este riera divertido.

—Lo soy—respondió—Te lo aseguro, el rey no sabrá que lo mojó.

—Asegúrate que no te vean Conaire, no quiero que el plan fracase.

—No te preocupes mi gran lobo, no desperdiciaré nuestra oportunidad—y con una suave risita tomó la tina con la dilución y se transformó, junto con la tina, en una sombra apenas visible por la luz solar.

— ¡Te cuidado en el camino! —le grité al hombre antes de que este saliera de la habitación.

Era curioso como la mera presencia de Conaire me hacía olvidar momentáneamente el dolor que me atenazaba desde que Nox contrajo nupcias con Amarok. Ese chico era al único capaz de hacerme reír cuando mi estado de humor era obscuro. Conaire había resultado ser un amigo maravilloso. Empero, el hombre en ocasiones parecía ser alguien completamente diferente.

Quien se hubiera imaginado que aquel pequeño y alegre hombre pudiera ser capaz de asesinar a sangre fría.

Suspiré hondo y me recosté sobre la cama. Tal vez eran tonterías mías, pero pareciese que Conaire ocultara algo, pero ¿Qué podría ser lo que escondiera tan celosamente dentro de su corazón?

Algunas cosas simplemente eran imposibles de saberse, y al parecer este era una de ellas.

***********************

—Esos dos debería admitir de una vez lo que sienten, sus estúpidas peleas solo traen problemas a los demás—gruñí al aire ya que en ese momento me encontraba solo en la habitación.

—No es tan fácil como parece—susurró alguien a mis espaldas. El siseo en la voz del hombre hizo que identificara rápidamente de quien se trataba.

—Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas—dije con voz calma sin dejar entrever mi enojo por el chico.

—Hablar solo se considera de locos—contraatacó Luperco.

—Eso a ti no te interesa—espeté al hombre.

—Quitando de lado tu lindo recibimiento ¿Cómo crees que esos dos admitirán sus sentimientos, si la rivalidad entre las dos casa es tan… intensa?

—Ellos podrían…

—Ni siquiera nosotros dos podemos soportar nuestra mutua presencia. No es raro que ellos no admitan los sentimientos de amor que mutuamente se tienen.

Sin responder desvié mi mirada del hombre que tenía frente mío.

—Tal vez tengas razón—susurré de acuerdo.   

— ¡Vaya! Es la primera vez que me das la razón—exclamó Luperco.

—Me retiro—le dije provocando que el hombre perdiera su sonrisa.

—Hasta cuando seguirás culpando a la gente de mi raza.

—Hasta que haya una buena razón para no hacerlo.

Y diciendo esto último me retiré del lugar, dejando a Luperco solo con sus pensamientos. Ya que dudaba que la mente de Luperco fuera a dejar el tema zanjado tan fácilmente.

—Fenrir—una pequeña voz hizo que mi mente embotada por el sueño fuera saliendo de su estupor. Tratando de ignorar la molestia que resultaba la suave voz, me di la vuelta y me dispuse a dormir nuevamente.

—Fenrir—volvió a susurrar nuevamente—Fenrir despierta. No me hagas enfadar, sabes cuánto me disgusta que me ignoren—y sin hacer el mínimo caso a las palabras de Conaire lo ignoré y volví a intentar dormir.

—Bien, tú lo quisiste, luego no me reclames nada—y tras estas palabras un peso enorme se instaló sobre mi cuerpo haciéndome respingar e intentar deshacerme de la pesada molestia. Abrí mis ojos con enojo buscando al pequeño hombre que había osado despertarme, sin embargo, mi visión se vio obstaculizada por una mata de cabellos rojizos y unos ojos obscuros extremadamente brillantes.

—Ya me desperté—me quejé—Bájate de mí, pesas mucho—Conaire con expresión traviesa se deslizó de encima de mí, provocando así que el aire entrara a mis pulmones. —No puedo creer que alguien tan pequeño como tu pueda pesar tanto.

—No peso tanto—protestó Conaire mientras un puchero se formaba en sus labios—No estoy gordo.

—Claro que no—contesté con sarcasmo sabiendo que eso molestaría a Conaire.

—Que quieres decir con eso—espetó Conaire entrecerrando los ojos.

—Absolutamente nada—contesté—Por cierto ¿Cómo salió todo? ¿Pudiste rociar la esencia de alhelí?

Conaire sonrió son suficiencia antes de responder. —Claro que sí ¿Alguna vez te he decepcionado?

—Entonces ¿Qué estamos haciendo aquí perdiendo el tiempo? Tenemos un espectáculo al que asistir—con la rapidez característica de mi cuerpo, tomé la mano de Conaire y juntos caminamos hacia la sala donde se llevaba a cabo las reuniones.

Este sin duda sería una perfecta y dulce broma.

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Moros

Caminé lentamente por la habitación en penumbras, mis pasos eran lentos y uniformes dando una clara indicación de la tranquilidad con la que vivía. Era curioso como la manera de caminar y la postura de la que gozara una persona dijera tanto de la misma.

Con los mismos movimientos parsimoniosos, abrí las cortinas que cubrían la ventana, dejando entrar la luz que la luna emitía. La obscuridad que cubría el lugar fue disipada ligeramente haciendo que los objetos que adornaban la habitación fueran más fáciles de distinguir.

— ¿Las pesadillas no te permiten dormir? —preguntó mi señor con curiosidad.

—Más que pesadillas  son recuerdos—mi señor rió quedamente ante mis palabras. —No lo entiendo—susurré sabiendo que su risa era a causa de algo que yo no comprendía.

—Los recuerdos y las pesadillas son dos entes diferentes que siempre están tomadas de las manos. Provocando que las confundamos y las cataloguemos como la misma cosa.

—Aquellos sueños que se aferran a mi mente, son simplemente recuerdos de mi pasado ¿Cómo podrían no ser lo mismo? —pregunté aún confundido.

—Moros, las pesadillas son sólo la representación máxima de nuestros miedos más profundos y aterradores. Los recuerdos no necesariamente son malos.

—Para mí lo son—respondí escuetamente.

—Lo que sucede es que vives aun en el pasado. Hasta el punto que tus recuerdos son todavía tu presente. —Ante las palabras de mi señor me quedé callado reflexionando. —Algún día comprenderás, la experiencia es la mejor maestra que existe.

Repentinamente una luz amarilla inundó completamente la sala, provocando que mis ojos se cerraran por el dolor.

—Parece que ya es tiempo—susurró mi maestro.

—Tiempo para qué—pregunté a mi maestro tratando de adaptarme a la luz cegadora.

—Tiempo para la segunda parte del camino—el ruido de la madera siendo golpeada, prorrumpió en la habitación, seguido después con la aparición de dos citrinos amarillos que fulguraban intensamente.

—La segunda llave ha aparecido—murmuré impactado.

—Del amor no correspondido pasará a la obligación y los recuerdos—susurró mi maestro.

— ¿Mi destino está con ellos? —pregunté.

—Solo el tiempo lo dirá—estas fueron las últimas palabras de mi maestro, antes de dejarme en compañía de la luna y la luz de aquellos citrinos.

El tiempo avanzaba cada vez más, y con ello el destino se iba haciendo camino.

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Continuará.... 

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NOTAS FINALES: Chicas y chicos, como sabrán la semana pasada nuestra querida Sora no fue capaz de terminar el capítulo del nieto de cupido por razones personales. Sin embargo, hará todo lo posible por publicar mañana o pasado, así que no desesperen. 

Otro punto fue la aparición de la biblioteca, esto en mi opinión les dará más facilidad a los nuevos lectores de encontrar los capítulos anteriores de los libros, sin necesidad de estar buscando por todas las entradas de la web. Pero la opinión importante es la de ustedes, así que ¿Qué les parece la biblioteca? 

Besos y que tengan un lindo fin de semana. 

Comentarios

  1. Hola gracias por el capitulo y por la biblioteca.

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  2. Hola gracias por el capitulo y por la biblioteca.

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  3. Hola :)
    No leo por capis, pero gracias por el comienzo de esta nueva historia, cuando este completa me la leo de corridito y la biblioteca me parece una muy buena idea, buen fin de semana, bye

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  4. Todo es un misterio, pero me encanta estoy super emocionada. Gracias

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  5. Gracias por el primer capitulo estoy deseando segur leyendo la historia, besos

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  6. muchas gracias x el capitulo esta muy bien aunque e hechado de menos leer al niesto de cupido se que lo bueno se hace esperar besitos

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  7. Gracias por el capitulo Pergra, a ver cuando estos dos se dan cuenta que son pareja, no puede Fenrir ver el lazo que lo une con Conaire? Lo que no entendí fue el prólogo pero seguramente lo entenderé más adelante, espero con ansias los próximos capitulos, besos y gracias por compartir tus historias

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  8. Gracias por compartir con nosotras
    me ha encantado y adoro ya el personaje de Conaire,
    estoy deseando leerlos siguientes capítulos,besos

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  9. Gracias por compartir con nosotras
    me ha encantado y adoro ya el personaje de Conaire,
    estoy deseando leerlos siguientes capítulos,besos

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  10. Hooo me a encantado me guata mucho Conaire y FENRIR son mucho estos dos juntos esperando por mas de estos dos

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  11. Hi!!!
    el primer capi...XD!!!
    el prologo fue muy interesante....prefiero leer novelas completas ,por mi bien... ): D jejej (hice un gran esfuerzo para no leer el primer capi.. >.< )
    gracias por el primer capi.. *o* animo!!!!
    pd: fue de mucha ayuda la biblioteca..

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  12. ¡Muchas gracias por el nuevo capítulo! La idea de la Biblioteca me parece maravillosa. Me parece mucho más fácil y cómodo seguir las diversas series. Besos

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  13. Hola me gustó mucho el capi, adoro a Conaire y junto con Fenrir que es genial son dinamita pura, espero mucho de ellos, con respecto a la biblio creo que es una idea maravillosa gracias por ella, nos va a facilitar mucho cuando queramos releer un capi o leerlo si no pudimos a tiempo, muchas gracias Pergra por este capí y espero con ansias el siguiente, besos

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  14. muchas gracias acabo de empezar a leer esta exelente historia... me gusta mucho gracias de nuevo por su duro trabajo y genialidad... <3

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