EL NIETO DE CUPIDO CAPITULO 4

Gente hermosa para que arranquen un feliz finde semana acá le dejamos el cuarto capitulo de el nieto de cupido y así seguir disfrutandola... como siempre es un placer estar con ustedes...



CAPÍTULO 4

Muy bien, mi abuelo se voló la barda esta vez. En primera, yo sé que él es un dios, pero no sabía que controlaba el tiempo. Entonces todas esas teorías donde podría destruir mi futuro si alteraba mi pasado, empezaron a arremolinarse en mi mente y tuve un conato de ataque de pánico. Mi abuelo sacudió mi brazo, haciendo que reaccionara, pues estaba a punto de gritar como un lunático.

— ¿En qué siglo estamos abuelo? — le pregunté.

—No lo tengo claro. Pero creo que estamos como a unos trece mil años antes de que naciera Jesús. Aún faltan dos mil años para que Nixaha, furiosa, hunda esta hermosura.

— ¿Nixaha? ¿Y esa quién es?

—Te lo cuento todo con un vaso de aguamiel — dijo el abuelo mientras sacaba un pequeño frasco de vidrio negro de su chaleco — antes de movernos a cualquier parte toma esto.

— ¿Qué es?

—Es una poción que sirve para que ningún dios de algún panteón te pueda oler. Si alguno de los dioses atlantes te reconoce, estarás letalmente frito, como dices tú. Y si te encuentra un griego te llevará donde Zeus y le harás compañía a Prometeo.

Tomé el frasco e ingerí su contenido sin pensarlo mucho. No quería ser picadillo en una isla que se hundiría en dos mil años. Ni mucho menos quería que un águila se comiera mi hígado día tras día para sanar luego por la noche y al final tener más alimento en la mañana.

El abuelo lanzó el frasco al suelo. Ante el contacto, el vidrio se rompió en miles de pedazos los cuales, fueron absorbidos por la tierra. Yo quedé maravillado ante semejante acto. Entonces miré la cuidad por primera vez. Si bien las carreteras eran de tierra, habían aceras de lo que parecían ser adoquines. Las fachadas de los edificios lejos de ser decadentes estaban construidas con paja, madera y alguna que otra con mármol. Una carreta tirada por caballos iba haciendo la entrega de tinajas de establecimiento en establecimiento. Deduje que estaba en una zona comercial por la cantidad de toldos en la calle. Había venta de todo, desde telas del oriente hasta joyería. Un poco más allá se encontraba un corral con aves en venta para el sacrificio a los dioses. Había también comida y todo tipo de mercancías exóticas.

Me llamó la atención una alfombra en tonos azules y morados. La imaginé perfectamente en mi dormitorio. Entonces me reí con ganas, por fin las palabras de Keith sobre que estaba forrado parecieron forma un orden en mi cabeza. Podía estarlo perfectamente con la cantidad de cosas que tenía en mi apartamento. Pensando un poco las cosas, posiblemente todas esas pertenencias salieron de este mercado en forma de regalos del abuelo.

— ¿En qué piensas? — me preguntó el abuelo.

—En lo bien que se vería esa alfombra en mi dormitorio — lo miré unos segundos antes de continuar — Y en que la mayoría de las decoraciones que tengo en mi apartamento posiblemente salieron de aquí.

—La mesa de centro y las alfombras sí. Mi amigo Jasón es un carpintero excelente.

Me reí al pensar que el abuelo ni siquiera sabía que me había obsequiado una mesa de millones de dólares. El abuelo siguió caminando hasta que salimos del mercado. Llegamos a lo que parecía ser un bar, el abuelo se sentó en una de las mesas bajo un toldo y yo lo imité. En seguida hizo una seña y una muchacha preciosa apareció con dos tarros de barro llenos de un líquido ambarino que olía mil veces más fuerte que la cerveza.

— ¿Qué es esto? — pregunté

—Aguamiel — dijo el abuelo — El precursor de tus cervezas.

— ¿Qué tan fuerte es?

—A ti te va a saber a gasolina — dijo el abuelo con una carcajada — Lamento decirte que falta mucho para que tus “Michelobs” salgan al mercado, y no hablemos de ese brebaje de azúcar que tomas.

—Ya te lo dije abuelo — dije siguiendo su broma — La Coca-Cola no es un invento de Hades.

—Parecería — dijo el abuelo al tiempo que daba un largo trago a su aguamiel.

Yo tomé un sorbo que me hizo sentir como mi lengua y garganta fueran abrazados por el fuego. Abrí la boca buscando que el aire entrara y aliviara el ardor. Pero por más aire que inhalara, nada parecía aliviarlo. Tenía que hacer algo, no quería salir corriendo para meter mi cabeza en el abrevadero que tenían los caballos. Entonces troné mis dedos y pensé en un refrescante cubito de hielo. Y por primera vez desde que esta pesadilla empezó algo bueno salió de ser el nieto de Cupido. Mi vaso estaba relleno de fríos y adorables cubitos de hielo. Tomé uno en la boca rápidamente y juraría que se derritió al contacto con mi lengua. Chupé unos 5 más antes de mirar al abuelo. Este se estaba riendo a carcajadas de mi proeza.

—Pequeño, sí que eres consentido.

El abuelo termino su aguamiel y pidió otro. La misma muchacha que nos sirvió el primero llegó con el segundo. Además esta vez trajo un plato con queso, carnes secas y frutas. La niña me miró con descaro en obvia apreciación a mí. El abuelo le dio un giño y ella se fue dejando caer su túnica un poco para que pudiéramos apreciar sus hombros.

—Si alguna vez quieres probar a una mujer, ella está más que dispuesta.

—No, paso —dije tomando algo de queso. Estaba delicioso — ¿Puedo llevar algo de esto a mí era? — pregunté señalando el queso.

—Seguro — dijo el abuelo volviendo a beber de su tarro.

—Nunca me contestaste quien era Nixaha.

—Nixaha era la diosa Atlante de la lujuria.

— ¿Pero Atlántida no era parte de Grecia?

—No. Ellos tenían su propio panteón. Que jugáramos unos con otros era cuestión de política de los dioses.

— ¿Por qué Nixaha hundió la Atlántida?

—Ella se enamoró de un mortal, pero él sabía sobre su condición de diosa. El joven le dijo que tenía un problema físico y que no podía reaccionar ante ella. En palabras lindas le dijo que era impotente, cosa que era falsa. Él había tomado una poción echa por una bruja para no empalmarse por la belleza de Nixaha. Al parecer, la bruja quería el poder de lujuria de Nixaha para someter a otro dios del panteón; a Zaro, rey de los dioses atlantes. El humano escuchó y aceptó la propuesta hecha por la bruja el cual era hacerlo rey si la ayudaba.

Nixaha para poder consumar su amor con el humano, le dio una gota de esencia de la lujuria. El humano la tomó y le hizo el amor como ningún hombre antes. Después de que el acto sexual fue consumado, ella le dio una piedra que lo protegería de todo aquel que quisiera dañarlo. Una vez Nixaha cayó dormida, el humano le robó el cuenco completo de esencia de lujuria. Pero el humano en vez de llevarle la esencia a la bruja, le dio unas gotas a la princesa de Atlántida Kahia y se acostó con ella. El rey los obligó a casarse, ya que este había presenciado su apasionado encuentro.

La bruja sumamente furiosa, fue a donde Nixaha y le contó lo que había pasado. Nixaha al escuchar el relato le reclamó al humano. Sin embargo, él sólo se rió de ella. En su furia, Nixaha le disparó con energía, pero el humano no murió. Él la llamo estúpida, ya que ella misma lo había protegido de cualquier mal. En su desesperación, Nixaha le disparó a Kahia con el único objetivo de hacerlo sufrir. Lo que no sabía era que el hombre no quería a la princesa, la hizo suya por el poder no por amor.

Nixaha al ver que nada de lo que le hacía parecía dañar al hombre, en un ataque de ira, convocó a los volcanes. Estos respondiendo ante el llamado explotaron haciendo que la isla se hundiera. El hombre murió y Nixaha regresó a su panteón. A causa de la inminente muerte de la Atlántida, Zaro y el resto del panteón estaban en agonía. Al destruir Atlántida ya nadie los adoraba, ellos estaban muriendo con la isla. Zaro convocó lo que quedaban de sus poderes y llamó a Isis. Con su ayuda encerraron a Nixaha en el cofre donde su amante, Seth, había encerrado a Osiris el esposo de Isis. Desde entonces Seth se ha pasado siglos buscándola, pues solo ella puede encender en él la lujuria.

—Son dioses milenarios y se comportan como chiquillos.

—Hey que yo no me estoy metiendo contigo — dijo el abuelo haciendo un mohín como si 
tuviera 4 años.

—Yo solo decía.

El abuelo se rió y dejo dos monedas de oro sobre la mesa, con paso firme comenzamos a caminar calle abajo. Me señalaba los lugares y me contaba alguna anécdota que vivió en el lugar. Al final de la calle había cuatro locales uno frente al otro.

—La ultima de la derecha es la razón por la que te traje — dijo el abuelo moviendo las cejas.
Automáticamente mi estómago se engarrotó.

—Ven — dijo el abuelo empujándome para que caminara por delante de él.

— ¿Qué es este lugar? —pregunté más para confirmar mis sospechas que por ignorancia.

—Es la casa de Bernarda. La mejor casa de citas en toda Atlántida.
— ¿Me trajiste a un burdel?
—No es un burdel. Si quisiera putas iría al puerto. Ahí puedes conseguir lo que sea. Hay mujeres hermosas y hombres atractivos a buen precio.
Mi boca cayó abierta ante el descaro de las palabras de mi abuelo. Pero sobre todo cuando dijo hombres.
— ¿Hombres abuelo?
—Cariño — dijo el entre risas — No has vivido tanto como yo sin probar todo lo que hay en el plato.

El abuelo me empujó otra vez y seguí caminando como un manso corderito.

—No es un burdel. Aquí no pagas por sexo, es una casa de citas. Conoces a alguien y si quieres sexo entonces pueden irse a una casa privada o subir a las habitaciones del tercer piso. No vayas al segundo piso — dijo el abuelo serio — Ahí es donde se forman orgías. Entra y diviértete, puede que encuentres a un chico lindo que te haga gritar cuando te corras en su boca.

— ¡Abuelo! — dije todo avergonzado de las palabras de mi abuelo.

—Max, a veces eres tan inocente.

Y con eso desapareció dejándome solo en medio de la sala.

El abuelo lo había dicho perfectamente, era una casa de citas. Había cubículos con almohadones en todas las esquinas. La gente miraba alrededor en busca de su posible pareja. Una mujer rubia, con un tatuaje en el antebrazo izquierdo me llamó con el dedo. Negué con la cabeza y me dirigí a la barra. Necesitaba algo de tomar fuerte y rápido. ¿Pero que iba a beber? El aguamiel no era lo mío y aquí no existía ni la cerveza ni la soda.

—Agua — le dije al cantinero.

— ¿Te dejaron seco muchacho? — comentó el hombre como si fuera la mejor broma del mundo.

Puso un tarro de barro frente a mí con agua en él. Por increíble que parezca estaba fresca. La tome de un trago y volví a dejar el tarro sobre la barra. El cantinero volvió a llenar el tarro y esta vez mientras lo bebía decidí dar una mirada más profunda a la concurrencia.

Vi varias mujeres tonteando entre ellas. También vi a un hombre acariciando a otro dulcemente. Entonces me pregunté por que en el mundo “primitivo” en el que estaba, eras libre de expresar tu amor por quien quisieras y no eras tildado de inmoral o pervertido. Pero en el mundo “moderno” en el que vivía, eras penalizado de crueles maneras por salirte de la norma establecida. Sonreí al ver a la pareja escaparse por las escaleras. Una parte de mi estaba envidioso por lo que esos dos iban a hacer y otra parte estaba contenta de que al menos ellos pudieran disfrutarse mutuamente.

De pronto mi mirada se posó en una esquina lejana. Estaba algo oscuro pero distinguí la silueta de un hombre. Mi respiración se hizo pesada cuando una corriente de energía me atravesó. Algo me dijo que el hombre de la esquina era problemas en dos piernas. Alejé mi mirada de allí, más mis ojos me traicionaban y regresaban constantemente a la esquina oscura.

El hombre se levantó de la mesa saliendo de la oscuridad. Era alto y fibroso. Tenía un pantalón de cuero como el mío, solo que parecía lo habían cosido sobre él. Una camisa sin mangas en algo parecido al algodón. Los cordones que tenía en la parte superior para unir las piezas de tela eran de cuero negro y solo están atados hasta la mitad dejando ver los duros pectorales. Tenía el pelo negro, un poco más largo de lo normal, su nariz un poco protuberante y algo torcida. Y fue cuando comprendí que siempre me habían llamado la atención los hombres con nariz torcida. Pero volviendo a él, tenía unos labios carnosos que invitaban a morder una y otra vez. La insípida barba le daba el aspecto descuidado que tanto me calentaba y el cuchillo atado a su muslo lo hacía ver peligroso.

Yo me giré hacia el cantinero en espera de que el hombre no se diera cuenta de que yo me lo comería enterito. Pero mi suerte no fue esa. El hombre caminó hacia la barra, lo podía sentir tras de mí. Entonces sentí su aliento en mi nuca.

— ¿Qué tomas? — me preguntó.

—A…agua— tartamudeé.

—Dos — dijo al cantinero.

El cantinero nos miró como si se nos hubiera soltado un tornillo, pero con un encogimiento de hombros puso otro tarro sobre la barra y lo llenó de agua. Luego me dio un giño, como diciendo “sí que tienes suerte, no acabas bien con uno cuando ya tienes a otro tras de ti” Miré al desconocido discretamente, su indumentaria era muy similar a la mía. Entonces me regañé a mí mismo por imaginar que tendría debajo de los pantalones de cuero. Repentinamente, el recuerdo de Keith amargó mi mente.

— ¿En qué piensas hermoso? — me preguntó el desconocido.

—En alguien con quien pensé tenía algo serio, pero me traicionó — contesté sinceramente.

— ¿Alguien de aquí? Dime quien es para poder matarlo.

— ¡NO! — Exclamé asustado, entonces recordé que estaba a trece mil años de mi época y 
aquí, por lo que sabía de mis libros de historia, todo se resolvía a los golpes o con la muerte — Esta es mi primera vez en este lugar. — dije sin apenas respirar, y mientras cada palabra salía de mi boca me reprendía mentalmente por revelar tanto de mí.

—La mía también. — Dijo el desconocido — soy Theron ¿y tú?

—Me llamo Max.

— ¿Max? Ese es un nombre poco común.

—En realidad me llama Maximus Christophe James Bradford.

— ¿Qué?

—Sí — dije con una sonrisa — por eso lo acortamos a Max

—Nunca había escuchado el nombre James ni Bradford. ¿Eres el primer varón en tu familia y te pusieron todos los nombres familiares?

— ¿Cómo lo sabes? — ¿no que lo que me dio el abuelo a tomar me hacía indetectable?, me pregunté.

Entonces recordé la tradición griega de que el primer varón de la casa lleve el nombre del padre y del abuelo. Él pensaba que me habían puesto el nombre de todos los hombres de la familia.

—Mi abuelo escogió mi nombre y también tengo el nombre de mi padre y su apellido.

— ¿Apellido? — preguntó él como si esa palabra fuera la primera vez que la escuchara.

—El lugar de donde nació mi padre — dije a modo de explicación, ¿Cómo voy a explicar el apellido a alguien más viejo que Jesús?

— ¿No nació en Atlántida?

—No — me quedé pensando cómo decirle que mi padre había nacido en américa, un continente que no estaba seguro si ya se había formado. — El nació en Bretaña — dije con la esperanza que Inglaterra ya hubiera salido del mar. Además no era de toda mentira, de ahí había llegado la familia de papá.

— ¿Dónde es eso? — pregunto él con una mirada de “no te creo nada”

—Lejos…muy lejos de aquí.
Theron puso una mano en mi cintura, acercando nuestros cuerpos.

—No importa de dónde vengas Max. Yo quiero saber hacia dónde vas hoy…ahora.

—A sentarme en aquel almohadón — dije tomando mi tarro y caminando hacia una de las cabinas vacías en el lado oscuro de la habitación. No fue mi movimiento más inteligente, eso estoy seguro pero me dio tiempo de enfriarme.

Theron se sentó frente a mí con una pierna doblada sobre la rodilla, lo que inmediatamente llevó mi vista al bulto bajo sus pantalones, y si había que mirar. Él se rió como si supiera lo que pensaba.

—Y dime Max, como terminaste en la casa de Bernarda.

—Larga historia. Digamos que mi abuelo pensó que lo mejor para quitarme un mal sabor de boca era traerme a Atlántida.

—Tienes suerte — dijo Theron con una media sonrisa — Mi abuelo tiene tanto miedo de que algo me pase que tengo que escaparme para divertirme un poco.
Entonces como si el confesarme sus secretos activara una alarma, un hombre con una túnica turquesa se acercó a nuestra mesa.

—Vaya, vaya — dijo el mirando a Theron con picardía — Mira quien se le escapó a mi hermanito gemelo.

—Vaya, vaya — contesto Theron con sarcasmo — Mira quien se reúne con los mortales.

—Cuidado niño, no te vayas a morder la lengua y te envenenes.

—Nah— dijo el restándole importancia — estoy inmunizado a mi veneno. En cambio tú.

—Niño recuerda tu lugar — gruñó el hombre obviamente molesto.

—Sé dónde está el mío. ¿Sabes tú donde está el tuyo?

—Creo que no entiendes — contestó el hombre con una paciencia que no sentía — Una palabra mía y no veras la luz del sol otro día más.

—Intentemos. Este juego de delatar lo podemos jugar los dos. ¿Pero quién pierde más?
Me reí al ver enrojecer al hombre por las palabras de Theron. Mi acompañante quería parecer tranquilo y sin inmutarse, pero fallaba miserablemente. Yo podía ver el cambio en su respiración y notar el ligero sudor en sus manos.

— ¿Qué es tan gracioso humano? — preguntó el hombre haciendo que la palabra “humano” sonara como un insulto.

—Ver como alguien se ahoga en su propia saliva — dije llevando a mis labios el tarro con agua.

— ¿Sabes con quien estás hablando? —el hombre enrojeciendo considerablemente.

—Sí — mascullé como si en realidad supiera — Con un hombre extremadamente grosero que interrumpió nuestra conversación.

El rostro del hombre pasó por varios tonos de rojo mientras cerraba sus manos en puños. Imaginé que tendría una pelea, así que flexioné mis hombros para estar listo.

—No puedes, Hyp. — dijo Theron al desconocido

El desconocido resopló para luego formar una sonrisa malévola en sus labios. Abrió las manos y acomodó su túnica.

—Te veré en tus sueños — me susurró con amenaza.

—Lo dudo. Si te veo en ellos serían pesadillas.

Theron se rió a carcajadas mientras el hombre salía del local.

—Me encantas — dijo Theron tomando mi mano. Se acercó hasta que nuestras narices casi se tocan — ¿Quieres subir al tercer piso?

Comentarios

  1. Huaaaauuu chicas me dejan con tanta intriga, cada vez me enganchan más en la historia...muchas gracias ...fabuloso!!

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  2. Hola me encanta esta historia estoy cada día pendiente y me agrada cada vez siempre , espero ansiosamente el siguiente

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  3. Wow quiero massssss qur bueno estuvo este capítulo ♡_♡

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  4. Dioss esto promete y me encanta muchas gracias x el capitulo ya esti deseando leer el proximo ♥♥

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  5. wuau acabas de poner a thanatos el dios de la muerte sin violencia(wiki) excelente elección sobre todo por adversion por eros esto se va poner interensante, le vas a poner alas cierto, cierto buenas referencias has tenidopor cierto, pero a quien le vas a poner como el abuelo si segun he visto solo sale que su madre es nix y su padre es erebo?

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    Respuestas
    1. Theron no es Thanatos...pero cerca...léelo otra vez por el detalle, q vas bien encaminada.

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    2. Creo que lo tengo, Hyp es Thanatos, después de todo tiene su hermano gemelo. (lo de las alas y eso no sé nada, no es que sea fanático a la mitología, pero si me gusta).
      Con ello, Theron ya tiene el abuelo que buscabas

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    3. Casi....léelo con detalle y a ver si lo sacas...pero igual estas cerca.

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    4. Fue estúpido de mi parte. Solo por no averiguar más
      La respuesta estaba en: "te veré en tus sueños"
      Hyp, Hypnos: personificación del sueño
      Thanatos: la muerte no violenta
      Hyp no es más que el tío segundo de Theron

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    5. Muy bien. Aunque también hay otra pista un poco antes. Felicidades :)

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  6. Wuaaaau que maravillosa historia está súper entretenid, kyaaa cada vez se pone mejor y mejor XP quiero leer más !!......

    Gracias son unas maravillosas escritoras muxo éxito !!!

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  7. me encanta, muchas muchas gracias esto cada vez se pone mejor, besos.
    PD: Esperando el próximo ^_~

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  8. Woau cada capítulo me fascina más. Ustedes son unas diosas.
    Que gran imaginación. Espero con ancias el próximo.

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  9. WUUUAAAA!!!! ESTO CADA VEZ SE PONE MEJOR, ME ENCANTA LO COOL QUE RESULTA SER CUPIDO EN SU TRATO CON MAX, EN VEZ DE SU ABUELO MAS PARESE SU MEJOR AMIGO. EN ESPECIAL AL LLEVARLO A UNA CASA DE CITAS.
    LO QUE YA ME DEJO INTRIGADA ES LA IDENTIDAD DE ESOS DOS QUE PELEAN FRENTE A MAX. YA ESTOY DESEANDO LA CONTINUACION. HASTA PRONTO.

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  10. Jaa no se si saldrá el anterior comentario pero me equivoque gracias por el capitulo

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  11. La historia se pone genial no reconozco a Treron pero se que Hyp es el de las pesadillas no hay mal rollo con cupido si no recuerdo mal esto se esta poniendo interesantisimo estoy deseando leer el siguiente capitulo de la historia, besos

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  12. Muchas gracias por el capi, que tengan un lindo día, besosss

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  13. Gracias por el capitulo esperare con ansias el próximo. Buen inicio de semana.

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  14. Hola gracias por el capitulo, esperare con ansias el próximo. Buen inicio de semana

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  15. Hola gracias por el capitulo, esperare con ansias el próximo. Buen inicio de semana

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  16. Hola gracias por el capitulo, esperare con ansias el próximo. Buen inicio de semana

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  17. Hola gracias por el capitulo, esperare con ansias el próximo. Buen inicio de semana

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  18. es increible gracias por su trabajo sigan haci (◕‿-)

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  19. tengo que decirlo, comencé a leer los capítulos hoy y me encantooooo

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  20. Ugh...
    Theron, I love you.
    Yo quejándome de que Max era muy pasiva, y nos gustan el mismo tipo de hombre. (Si tan sólo pudiesen dibujarle... sería feliz)
    Que trama tan encaminada!, debo decir que me me parece "Romeo y Julieta". Aunque me estoy adelantando a que Theron sea la pareja ideal para Max.
    Tengo una pregunta: ¿Para la época de Max, Thanatos y Theron existirán?

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    1. Los dioses son dioses....no mueren sólo se duermen y debilitan ligeramente. Mientras su gente viva ellos viven. Mientras exista Grecia existirá el Olimpo...

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  21. Por cierto,
    Mil Gracias por el capítulo
    Si no muero en la espera, de seguro me tendrán por ahí en el proximo post

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  22. no puedo creer tanathos hypnos que genial me muero de ganas de seguir leyendo si excelente historia gracias

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  23. guau me ha encantado este capitulo gracias por comñpartirlo espero ver lo que va a pasar con hyp jiji la que le espera un abrazo

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  24. y bueno señores esto se pone bueno! seguire leyendo!! <3

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